Después de un terrible madrugón, por suerte sin resaca (aunque es difícil tenerla si no has bebido alcohol), me asomo a la ventana y veo un día precioso, que enseguida me quitó el "amodorre" y me animó a salir hacia mi objetivo, que seguro sabéis cuál es: patinar.
Pasé de ir a las pistas porque quería volver al asfalto del otro día, entre árboles.
Estuve casi dos horas rodando por allí practicando derrapes y formas de parar en seco. Casi sin percances, pues en uno de los derrapes cogí tierra con las ruedas de uno de los patines que se me fué y casi dí con mis huesos en el suelo (pero dió como resultado un tio de una altura respetable a la que hay que sumar los patines haciendo aspavientos intentando no caerse...).
Grabé algunos vídeos para verme:
Rastreo de Zombies
Hace 4 años
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