24 de marzo de 2009

Quemado!

El domingo pasado, por la mañana, me desperté muy pronto, tanto que me dije... "- Ya que estás, aprovecha el día"... Y me puse en marcha, tras ducharme y desayunar viendo la tele (que tan proto como era, no emitía ni dibujos), todo esto super tranquilo, me preparé para irme a dar una vuelta al monte, forro, chubasquero, un sandwich, galletas... todo lo necesario para ir a andar por Cercedilla, mi idea era aprovechar la poca nieve que quedaba.
A eso de las seis y media me puse en marcha, llegando sobre las siete y pico, mientras amanecía, a Navacerrada, de ahí, subí a Cotos y ya puestos y con intención de tirarme por la nieve, de ahí a Valdesquí, que seguro era donde más nieve había...
El caso es que, al llegar, y ver al aparcamiento casi vacío, me entró la curiosidad, y me acerqué a ver los precios del alquiler de material y el forfait del día, no me pareció mal, y revisando el maletero del coche, encontré, a modo de señal divina, unos viejos pantalones de esquiar que me dió un amigo, por lo que me lié la manta a la cabeza, y en cuanto abrieron alquilé el material y pagué el forfait. en cuanto abrierin, me metí en pista.
Alguno, seguro que se plantea si sé o no esquiar, ya que nunca lo he comentado, pero hace como 15 años, hice un curso intensivo de 7 días. Aún no existían los esquies carving... Ése día, esperaba recordar algo...
al principio, me sentía muy extraño, lo más cercano a deslizarme lo estaoy haciendo con patines, unos "zapaftos" mucho más manejables y ligeros que los esquies....
Sólo conseguí frenar y girar en cuña, para colmo, toda la nieve estaba helada y se hacía complicado. El caso es que al cabo de unas cuantas bajadas, me fuí habituando, hasta que bajaba con soltura por las verdes. Luego me pasé a las azules, y me siento orgulloso de poder decir que también las pude bajar, al principio, un tanto inseguro, pero con cierta soltura al cabo de un rato.
Cuando casi daba la hora en que cerraban los remontes, sobre las cuatro, ya estaba agotado y las piernas no me respondían, por lo que acabé en un par de ocasiones con mis huesos en la nieve...
La gran cagada del día fué que no me llevé protección solar, y aún hoy, sigo teniendo toda la cara roja...
Moraleja: El Sol quema en el monte, y en la nieve, te ataca como los tiburones, desde abajo.... Usa protección.

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