Diario de un Rodríguez: Día 26

Hoy en el trabajo, me ha podido el estress… he salido agobiadísimo a la vez que aliviado por haber acabado la jornada laboral. Por lo que cuando he llegado a casa, he cogido los bártulos y me he ido a la Vaguada a comer de menú en el Wok sólo acompañado por Terry Pratchet, en su novela "Eric". Debo decir que su compañía es bastante más amena que la de mucha gente a la que conozco, y por supuesto más divertida.
Luego, como el coche estaba lleno de mierda pegajosa que sueltan los árboles y de la otra que sueltan las palomas diarréicas, lo he llevado a lavar, y aún así, algunas no se han ido del todo, por lo que tendré que darlas con algún estropajo que no arañe.
Esta tarde, y para romper la racha de patines, me he cogido la bici para dar una vuelta por Madrid, con una asociación, BICICRITICA, que se manifiesta pidiendo carriles bici para Madrid, y que se fomente el uso de ésta, ya que aunque por tu trabajo no puedas usarla, hay mucha gente que de tenerlo más fácil, si lo haría y éso son menos coches para Madrid= Menos contaminación.
Hemos quedado en el antiguo edificio de Correos, en Cibeles, y hacía un montón que no cogía el carril central de la Castellana. Da gusto, quéde sombra!. Cuando nos hemos puesto en marcha, la vuelta sido entretenida, ya que se cortaban las calles, y podíamos circular libremente por los tramos reservados.
Ha sido una vuelta por Madrid diferente a las que hago/hacía yo, llenas de salvajadas (aunque ahora cada vez menos) y con algún toque macarra que levanta miradas de odio en algún peatón despistado, o de algún coche sobrepasado (sin toque de retrovisor, que uno es un profesional).